15 mayo, 2012

Cuba: Un mojito al estilo Ernest Hemingway

Ciudad de La Habana, principal destino turístico de la mayor de Las Antillas, combina sus atractivos tradicionales de sol, playa, cultura y tradiciones con una oferta gastronómica de excelencia que responde a los gustos más exigentes de los visitantes. Unido a la riqueza que ofrece una arquitectura donde están presentes elementos de la época colonial, la ciudad exhibe por doquier una amplia diversidad de propuestas.

Dominando el Parque Central y situado al lado del majestuoso Capitolio, se encuentra el antiguo Centro Gallego de la ciudad de la Habana. Es un espléndido edificio cuyas instalaciones hoy en día están destinadas a acoger el Liceo de la Habana Vieja y el Teatro García Lorca. Se encuentra adherido al antiguo Teatro Nacional por lo que este edificio ocupa toda una manzana. 
El castillo del Morro, a finales del siglo XVI comenzó a construirse en la Habana el castillo del Morro, pensado para ser una ciudadela (con foso y todo, aunque siempre ha estado seco). Encomendado por un rey español, se relacionan los motivos de su construcción al paso por la capital de la isla del pirata Francis Drake.





Cada día, cerca del atardecer, se disparan los cañones en la ciudadela, con espectáculo incorporado. La verdad es que yo preferí “conformarme” con el atardecer desde el castillo, desde el que se ve el sol ponerse sobre la vista de la ciudad entera.

EL TRANSPORTE EN LA HABANA
Mención especial me merece el transporte en La Habana; la forma de manejarse por la ciudad ofrece múltiples variantes pero cada una de ellas merece una apreciación especial, sobre todo cuando uno acude por primera vez y se siente un poco perdido ante tanta oferta, no toda ella apta para los extranjeros.

La mejor opción para conocer bien la ciudad es pasear pero, dadas las distancias entre unos lugares y otros también es recomendable utilizar cada uno de los transportes que están a nuestro alcance porque desde luego es una nueva experiencia también inolvidable.

A mí personalmente me ha encantado utilizar el "cocotaxi", es un transporte que pertenece al estado, son de color amarillo y simulan una especie de moto que a su vez llevan una cabina con capacidad para transportar a dos personas; es un poco caro pero en principio, el precio no se puede negociar puesto que las tarifas ya están aplicadas por el régimen; es un medio de transporte a utilizar por el turismo, por lo que sus paradas se suelen encontrar en las zonas más visitadas por los mismos. Los cubanos afirman que lleva el aire acondicionado integrado y es que la verdad, son un modo de tomarse un respiro del calor de la ciudad pues gracias a su velocidad, te da un agradable aire en la cara; dicen que son un invento italiano cedido en los tiempos de crisis. Sus conductores son muy simpáticos y todos utilizan el casco.

BARRIO CHINO DE LA HABANA
El Barrio Chino lo componen unas pocas calles aledañas al Capitolio de La Habana y es un rincón realmente peculiar; no es desde luego de los mayores “chinatowns” del mundo, pero sí una en la que las fronteras entre lo “chino” y lo “local” están más difuminadas. Esto se debe a que el mestizaje de razas es realmente intenso en la isla, y te puedes encontrar a mucha gente en este barrio, al típico cubano mulato, que de repente tiene los ojos más rasgados de lo normal…



Tampoco hay muchos signos externos de estar en un barrio chino, aparte del habitual dragón en la calle o los símbolos del ying y yang. Pero sí que hay algunos restaurantes y tiendas genuinamente chinas que merecen la pena de ser visitados.

TRIBUNA ANTIMPERIALISTA
Al final del Malecón, en la Habana, se encuentra la Sede de Intereses Estadounidenses en Cuba (SINA), pero también la Tribuna Antiimperialista cubana, más conocida como el manifestódromo.

Comenzó a levantarse la Tribuna en 2000, pero se ampliaron las reformas y la ampliación de la misma a partir de la llamada “guerra de los carteles”. Durante esta “guerra”, la Sede estadounidense comenzó a colocar carteles luminosos en la fachada del frío edificio norteamericano para “romper el bloqueo informativo al que están sometidas las personas cubanas” con lemas como “por los derechos humanos”. En 2004, instalaron un cartel que aludía directamente a los disidenes cubanos condenados el año anterior.

Ahora, desde el 2004, las autoridades cubanas levantaron vallas de denuncia que ponían en evidencia las torturas y violaciones de los derechos humanos y de las convenciones de Ginebra que se produjeron y se producen en Irak por parte del ejército estadounidense, entre otras.

Además, el manifestódromo reúne placas que recuerdan a grandes personalidades como Malcom X, Martin Luther King, Marx o el Ché. En él, por otro lado, se han celebrado conciertos tan famosos como el de Audioslave, y continuas manifestaciones en contra de la política terrorista e imperialista cubana.

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